Beamonte: “La lentitud de los Gobiernos de Lambán y Sánchez supone una oportunidad perdida para muchos negocios y familias que ya no pueden resistir más”

Panticosa, 18 de marzo de 2021.- Siguen pasando los días y, lejos de reaccionar, los Gobiernos de Aragón y de España continúan hablando de planes, de ayudas, de lluvias de millones para los sectores afectados por la pandemia que todavía no se han concretado y esto, tal y como advierte el presidente del PP-Aragón, Luis María Beamonte, supone “una oportunidad perdida para muchos negocios y familias que ya no pueden resistir más”.

Y es que, según el presidente del PP-Aragón, “la lentitud y la falta de agilidad de estos Gobiernos están destruyendo el presente de muchas familias y, cuanto más dañado esté nuestro presente, más difícil va a ser la reconstrucción de nuestra Comunidad Autónoma”.

En declaraciones a los medios de comunicación en la inauguración de las Pasarelas de Panticosa sobre el río Caldarés, Beamonte ha puesto de relieve que más de un año después no se ha dado una ayuda directa ni al tejido productivo de la zona, ni los autónomos y emprendedores, ni al pequeño comercio ni la nieve ni el turismo de aventura, “mientras la realidad es que esos pequeños negocios siguen cumpliendo con sus obligaciones tributarias a pesar de la merma de ingresos”.

En este sentido, ha recordado que el Partido Popular siempre se ha mostrado muy crítico con la no apertura de las estaciones de esquí y “más cuando el Gobierno de Aragón no ha dado compensaciones económicas a quienes les impide salir adelante”.

LOS AYUNTAMIENTOS TAMPOCO RECIBEN FONDOS

Otro de los grandes perjudicados por la falta de sensibilidad de los Gobiernos de Aragón y de España siguen siendo los ayuntamientos que, “pese a su empuje y su trabajo por seguir apoyando a sus vecinos e intentando generar oportunidades, todavía siguen esperando la financiación que por solidaridad y por eficacia les corresponde”.

Como ejemplo de esta labor ha destacado el Ayuntamiento de Panticosa que vuelve a demostrar su dinamismo y sus ganas de salir adelante apostando por estas pasarelas que, en un año en el que las estaciones de esquí permanecen cerradas, incorpora un nuevo elemento para el turismo de naturaleza que va a convertirse en nuevo revulsivo económico para la zona.

Se trata de unos espectaculares pasos colgantes sobre un congosto de unos 700 metros de recorrido que el río ha ido creando, dejando en la roca caliza unas paredes verticales que en algunos tramos alcanzan casi los 100 metros de altura.