Beamonte propone el cambio de Aragón a la normalidad, al sentido común y a las oportunidades que ofrece el PP

Zaragoza, 22 de marzo, 2019.- Un balance de legislatura con más sombras que luces en la gestión ordinaria de la Comunidad, con más conflictos que acuerdos en áreas sensibles como la sanidad, la educación, la gestión del agua o el cierre de la central térmica de Andorra, con mucho dinero extra disponible incluida una subida generalizada de impuestos pero con muy poca rentabilidad para los ciudadanos, con la vista siempre puesta en Ferraz y después, solo después, en los aragoneses. Estos son algunos de los hechos que, a juicio de Luis María Beamonte, identifican los cuatro años de legislatura del Ejecutivo presidido por Javier Lambán y que resumió en “la demostración final de dos fracasos, el suyo y el del pacto radical de izquierdas que hemos sufrido durante cuatro años todos los aragoneses.”

El punto de partida de la intervención de Beamonte durante la sesión de control al Gobierno que hoy celebran las Cortes de Aragón fue la incapacidad de Lambán para obtener los apoyos parlamentarios suficientes que le permitieran aprobar un proyecto presupuestario para el año 2019, aunque incidió especialmente en las consecuencias negativas que ese fracaso político está originando porque, como dijo “ustedes anuncian mucho, nuevas inversiones, nuevos colegios. Con presupuestos prorrogados no pueden acometer nuevas inversiones. Generan inseguridad en el conjunto de entidad sociales de Aragón y además mantienen y cronifican los agujeros presupuestarios con los que nació el Presupuesto de 2018, que no se lo hemos dicho nosotros, se lo ha dicho la interventora y que afectan a cuestiones tan importantes como las becas de comedor o la protección de las mujeres víctimas de violencia de género”. Unas carencias que el líder de los populares achacó a “su fracaso Sr. Lambán, porque no presentar Presupuestos es renunciar a Gobernar y quien renuncia a Gobernar lo que tiene que hacer es marcharse a su casa.”

Luis María Beamonte afirmó que el origen y también el final de la tensa y contradictoria colaboración mantenida por los socialistas y Podemos durante la legislatura que ahora termina únicamente ha respondido a la necesidad de conservar sus cargos, porque “sólo se ponen de acuerdo para amarrar sillones. El suyo y el de Santiesteve pero a lo hora de abordar lo importante para los ciudadanos se encaran, se enzarzan no vaya ser que uno saque más rédito electoral que otro.”

Por todo lo anterior el líder del Partido Popular de Aragón abogó por un cambio de rumbo, lo que llamó “el cambio de la normalidad, del sentido común, de las oportunidades, de preocuparse por el interés general del conjunto de los aragoneses. El cambio del Partido Popular.”