“Ahora sólo nos queda una cosa: dar apoyo, dar ayudas, muchas ayudas, todas las posibles. Para todo este sector ha sido un año muy difícil un año perdido sin poder trabajar” dijo el diputado popular para introducir su propuesta que consistía en articular una línea de ayudas directas a las empresas y autónomos, financiar un plan Renove-nieve que permita la renovación y adaptación de las estaciones de esquí, promocionar actividades relacionadas con el esquí y la montaña para reactivar el sector, la puesta en marchade un plan coordinado con las entidades locales afectadas para la exención, reducción y bonificación de las cuotas de las diferentes figuras tributarias que permitan la reducción de costes y, finalmente, la creación de programas de formación específicos para los trabajadores afectados por el paro o suspensión de sus empleos en estas áreas.
“Todos sabemos que hay decisiones que había que tomar y no se han tomado, o se han tomado a medias haciendo que como siempre paguen la cuenta otros” refirió el portavoz del Partido Popular para describir elmodelo de funcionamiento del Gobierno aragonés del que dijo “podía haberlo hecho mejor”, y como ejemplo llevó al hemiciclo la alternativa al cierre llevada a cabo en otras regiones, “cuando prácticamente todas las estaciones de esquí de España han realizado una apertura parcial abriendo solo unas cuantas pistas y sacando unos cuantos trabajadores del ERTE. Y lo más importante, permitiendo el desplazamiento dentro de la comunidad autónoma para esquiar”, un ejemplo a su juicio “razonable” que debería haber seguido el Gobierno de Aragón.
En el texto de su propuesta el portavoz económico del Partido Popular recordó que las decisiones limitativas del Ejecutivo autonómico ‘hacen peligrar la sostenibilidad del sector, afectando no sólo a más de 1.300 empleos directos sino a más de 12.000 indirectos’ y ‘mientras otras comunidades autónomas o países como Francia, Suiza, Austria, Suecia o Noruega han favorecido esta actividad económica, este invierno se calcula que Aragón ha perdido por estas decisiones más de 150.000 turistas y más de 400.000 pernoctaciones. Todo ello equivale a una pérdida de más de 150 millones de euros”.
Campoy reclamó al Ejecutivo autonómico utilizar las condiciones contrarias generadas por la pandemia como “un revulsivo para adaptarnos, para forzarnos. No para agravar la situación a quienes lo están pasando mal con cierres totales” y en este sentido requirió despejar cualquier duda ante las inquietudes sobre la viabilidad futura de las estaciones manifestada por trabajadores y usuarios, “tenemos que dar una imagen de seguridad en la política, en la apertura y ayudas para que las empresas sobrevivan y no se pierda en know-how de cientos de trabajadores de nuestras estaciones de esquí”.
Escribir un comentario
Escribir un comentario
Los comentarios enviados fuera del horario de moderación, serán aprobados al día siguiente.