Zaragoza, 2 de diciembre de 2020.- La subida del paro en Aragón en noviembre por encima de la media nacional ha vuelto a hacer saltar las alarmas, aún más cuando las estimaciones económicas coinciden en afirmar que el crecimiento en 2020 y 2021 seguirá por debajo del nivel precovid. Tampoco ayuda haber superado el pasado mes la barrera sicológica de los 80.000 desempleados, pues habría que remontarse a enero de 2017 para obtener unas cifras tan negativas.
“La COVID-19 ha agudizado un problema de ausencia de políticas de empleo del que llevamos años alertando, como consecuencia de haberse dejado llevar por la inercia del crecimiento en lugar de aprovecharla para hacer reformas”, explicó esta mañana Javier Campoy que calificó de “pésimas noticias para 2.290 aragoneses, que se suman a otros 12.600 que perdieron su trabajo en los últimos doce meses”, además de las más de 17.000 que se encuentran sujetas a un ERTE.
El golpe “ha sido mayúsculo” destacó, ya que ha multiplicado por más de cuatro la cifra nacional, un 2,94% de subida en Aragón frente al 0,66% de incremento medio en España, “y sería oportuno que el Gobierno de Aragón en lugar de contemporizar como hace siempre que le salen mal las cifras, acometiera de una vez por todas un plan especial de empleo. Se lo llevamos pidiendo desde hace meses a la consejera, y a la vista de los pésimos resultados es evidente que su respuesta es incorrecta”.
La cifra de 80.000 desempleados en Aragón, muy alejada de los 60.000 de julio de 2018, indica “un deterioro muy intenso en un periodo muy corto de tiempo” por lo que “seguir retrasando medidas de choque extraordinarias como está haciendo el gobierno Lambán aumentará el paro y, consecuentemente, la pobreza”, concluyó.
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