15 de enero de 2021.- “¿Qué tiene que pasar para que Lambán salga de su despacho del Pignatelli y se dé cuenta de que en los municipios como Novillas se vive de la agricultura y la ganadería? ¿Para que se entere de que en los últimos ocho años hemos sufrido tres grandes riadas con enormes costes públicos y privados, y que estas crecidas son cada vez más dañinas aun cuando el caudal sea menor?”. Estas son algunas de las cuestiones que ha planteado el presidente del PP de Zaragoza, Ramón Celma, durante una visita al cauce del Ebro a su paso por Novillas, en la Ribera Alta.
Celma ha estado acompañado por el alcalde del municipio, Abel Vera, que ha mostrado su preocupación por el hecho de que se prevé un importante deshielo debido a las precipitaciones que ha dejado Filomena; y teme que se traduzca en una nueva avenida que vuelva a afectar de lleno a agricultores y ganaderos.
“La ribera del Ebro vive, en buena medida, de la agricultura y la ganadería; pero es difícil que estos trabajadores del campo emprendan inversiones cuando saben que sus tierras se están depreciando. Es responsabilidad de la Administración Pública limpiar el cauce, como lo es dragar en puntos concretos del Ebro, siendo que, además, hay informes jurídicos que lo avalan”, ha recalcado Ramón Celma.
“¿Cómo vamos a decirle a la gente que se quede a vivir en los pueblos cuando viven en una pura inseguridad? En Novillas, al paso de una pequeña riada de 1.000 hectómetros cúbicos por segundo se inundan 200 hectáreas y agricultores y ganaderos pierden en unas horas buena parte de lo que habían invertido”, ha denunciado Celma, que además es el portavoz popular de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente en Las Cortes de Aragón.
El alcalde de Novillas, Abel Vera, ha insistido en que alcaldes, ganaderos y agricultores sienten una creciente preocupación por el próximo deshielo, y que parten de una situación frustrante. “El problema de base es que ni siquiera hace falta mucho para que tengamos problemas con el Ebro: con riadas de poco más de 1.000 metros cúbicos por segundo, toda la margen izquierda se ve anegada, y esto nos sucede como mínimo dos veces al año”, ha aclarado.
“Es insostenible: los mismos agricultores y ganaderos que sacan sus tractores a la calle para fumigar durante la crisis del Covid o para limpiar los accesos a los pueblos cuando hay temporal; ven cómo la Administración les da la espalda año tras año. Pedimos un mantenimiento ecológicamente sostenible que nos permita vivir en nuestros pueblos y potenciar unos sectores que son los que nos dan futuro y riqueza”, insiste Vera.
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