“Quiero vivir en Brea y quiero vivir trabajando, pero nadie parece darse cuenta de que nos vamos a morir si no hay ayudas”, ha recalcado el alcalde de este municipio, Raúl García
31 marzo, 2021.- El Partido Popular ha llevado hasta el Congreso y el Senado el clamor de los fabricantes de calzado por haber sido excluidos de las ayudas directas destinadas a las empresas especialmente afectadas por la pandemia. El presidente del PP de Zaragoza, Ramón Celma, ha explicado hoy el contenido de las mismas y ha exigido soluciones para un sector terriblemente castigado por la caída de las ventas y la falta de ayudas que, tras haber sido clave en la fabricación de material como mascarillas y batas, ahora queda incomprensiblemente excluido del listado del real decreto ley 5/2021 del 12 de marzo.
“La industria del calzado en Aragón ha perdido 1.200 empleos y más de 70 empresas en las últimas décadas, y después de haber sufrido con dureza los peores momentos de la pandemia y de haberse volcado para que hubiera material sanitario, se ve fuera de las ayudas”, ha lamentado Celma, que ha estado acompañado de los diputados nacionales en el Congreso por Zaragoza, Eloy Suárez y Pedro Navarro; del senador José Manuel Aranda y de los alcaldes de Illueca y Brea, Ignacio Herrero y Raúl García.
“Con estas iniciativas comenzamos una lucha muy concreta para solucionar esa problemática. Nuestros alcaldes representan el sufrimiento de la comarca del Aranda porque el calzado es su principal sector económico. Pero están siendo ignorados por el Gobierno central y el autonómico y esto viene precedido por una desprotección ya anunciada”, ha reiterado Celma.
El presidente provincial se refiere al hecho de que, en 2019, el Gobierno de Aragón firmó un convenio con esta comarca del Aranda y con la Federación de Industrias del Calzado, pero todo ha quedado en una declaración de intenciones.
“Lo único que sabemos es que se sigue realizando un estudio, a pesar de que hay estudios disponibles de sobra. Se incluyeron 50.000 escasos euros y ni siquiera se ejecutaron”, ha añadido. “El sector del calzado sufre una situación dramática pero hay solución, y es la que proponen los propios afectados y los emprendedores. Ellos necesitan el aliento de la Administración que, por su parte, solo podrá hablar de despoblación de forma coherente cuando les apoye. Hay que potenciar esta industria: lo saben hacer muy bien, tienen personas y maquinaria y hay un mercado esperando, pero nos enfrentamos a la desprotección del Gobierno de España y de Aragón”, ha denunciado Celma.
LAS INICIATIVAS
En el Congreso se han elevado dos proposiciones no de ley. Una de ellas propone soluciones “marco” para todas las empresas afectadas. “Pedimos que la cuantía del fondo de ayudas económicas a autónomos y pymes no tenga límite porque hay que hacer viables las empresas que pueden llegar a serlo y que pueden seguir produciendo. Y que un 10% del fondo se reserve para actividades que han sido excluidas, como las del mueble, el calzado o las peluquerías, entre otras, que forman parte de sectores estratégicos en Aragón”, ha explicado el diputado nacional Eloy Suárez. “En España han cerrado 45.000 empresas, y en Aragón han sido 1.742. Somos la tercera comunidad autónoma de España con más pérdidas de empresas, por detrás de Canarias y Castilla y León; y además estimamos que, si no se amplía el fondo, un 70% de las que cumplen requisitos se quedarán fuera. Esta crisis se resuelve con hechos y con dinero”, ha reivindicado Suárez.
Además, se ha elevado al Congreso una PNL específica para instar al Gobierno a incluir al sector del calzado en el listado de actividades económicas de la CNAE a las que se refiere el real decreto ley 5/2021, como ha explicado Pedro Navarro, diputado nacional por Zaragoza en el Congreso. “La comarca del Aranda es un ejemplo: en los años 90, la principal empresa exportadora de Aragón, por detrás de la General Motors, era una empresa de calzado del Aranda con base en Illueca y en Brea. Desde entonces, han sido cientos los fabricantes, vendedores, modelistas y vendedores de piel entre otros que han sufrido y superado las distintas crisis económicas. El pleno empleo llegó a ser tal que se buscaban trabajadores y el principal clúster que se puso en marcha en Aragón fue el del cazado”, ha recordado Navarro.
Sin embargo, el diputado ha enfatizado que el Gobierno de Aragón solo ha destinado 23.000 euros para que se haga un estudio y unos exiguos 50.000 euros en ayudas directas. “Así que este decreto llega tarde, está infradotado y abandona a sectores tan importantes para nuestra comarca como el del calzado, generando incongruencias como que las tiendas pueden beneficiarse y los fabricantes, no. El sector necesita que les dejen trabajar. El calzado del Aranda tiene una importante imagen de marca y prestigio mundial y debe ser incluido en las ayudas”, ha reclamado.
Por su parte, el senador y alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, ha explicado que el Partido Popular lleva también una iniciativa en este sentido al Senado. “Hace un mes, participamos con el presidente, Ramón Celma, y con los alcaldes de la zona y los fabricantes a una protesta que recorrió el Aranda, y ahora vemos que el sector, del que dependen 37.000 personas en España, se excluye a nivel de ayudas directas”, ha reprochado Aranda. “Desde el Senado elevamos esta iniciativa que incluye a todas las zonas perjudicadas. La industria del calzado ha sido muy solidaria durante la pandemia y se merece un apoyo decidido”, ha explicado.
“QUEREMOS VIVIR EN NUESTROS MUNICIPIOS”
Los alcaldes de Illueca, Ignacio Herrero; y Brea, Raúl García, han insistido en la gravedad de no incluir al sector dentro de las ayudas. “Como alcaldes, creemos que es muy triste ver que empresas familiares luchan contra las falsas promesas, como aquel convenio con la DGA, y siguen sin recibir ayudas. Nuestra zona se merece oportunidades y dárselas es la mejor manera de luchar contra la despoblación”, ha insistido Herrero.
Muy directo ha sido también el alcalde de Brea, Raúl García. “Yo tengo una historia, y mi historia es la de mi hijo, la de mi mujer y la de mi pueblo. Mi hijo representa la quinta generación de fabricantes de calzado desde 1916, y tengo un pueblo dedicado exclusivamente al calzado que se está muriendo porque nadie se da cuenta o porque nadie se quiere dar cuenta de lo que sucede. Lo digo como una persona que quiere vivir en un municipio que se llama Brea, y que quiere vivir trabajando. Es muy fácil decir que la despoblación existe, pero no hay ayudas. Si cada aragonés comprara solo un par de zapatos por temporada, se venderían 1,2 millones de pares al año y tendríamos trabajo para que las empresas que quedan pudieran seguir existiendo y atrayendo población”, ha propuesto. Y ha concluido: “Mi pueblo se está muriendo y mi comarca se va a morir si no se toman medidas”.
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