Los 'populares' dicen al votante centrado y moderado que en el Partido Popular pueden encontrar sus ideas

Calatayud, 22 de mayo de 2019.- “Pedimos el voto para que se acaben las crisis, para que se acaben los chantajes y las riñas, las peleas de la izquierda que permanentemente han tenido lugar durante estos cuatro años”, fue una de las motivaciones que esta tarde expuso Luis María Beamonte para solicitar la confianza de los aragoneses al Partido Popular ante la cita electoral del próximo 26 de mayo. 

Su petición está demás afianzada en la convicción de que “hay otra forma de hacer las cosas y es con responsabilidad, es con moderación, y es con sentido común, con respeto a todo el mundo incluso al que piensa diferente y distinto. Eso nos diferencia”.

En el Teatro Capitol de Calatayud y a cuatro días de unas elecciones donde los populares aragoneses quieren liderar el cambio del mapa político de los pactos de izquierdas que han gobernado gran parte de las instituciones aragonesas, el candidato popular acompañado del vicesecretario de Organización, Javier Maroto, y del actual alcalde y candidato a ampliar su mandato por otros cuatro años, José Manuel Aranda, afirmó que en esa forma diferente de hacer política que propugna, contraria al sectarismo practicado actualmente por los ayuntamientos del cambio y por el Gobierno de Aragón, “está el respeto para todos. Desde los ayuntamientos, desde las Comunidades Autónomas, desde cada una de las misiones que tenemos porque todos son vecinos que se merecen un respeto, incluso los que no nos votan se merecen ese respeto”.

Para que los aragoneses puedan disfrutar de un Gobierno centrado y responsable, Beamonte reiteró la necesidad de concentrar el voto “porque existe un voto más efectivo que otro” y el Partido Popular “es la única alternativa para conseguir gobiernos, frente a la dispersión del voto hacia Vox y Ciudadanos que acabará dando por resultado otro pacto de izquierdas radical para Aragón”. 

De su formación política el candidato resaltó que “es un partido abierto a todo el mundo, donde cabe todo el mundo, que es transversal, que es el partido de la gente normal de este país, un partido que siempre ha tenido que echar mano de lo mejor que tenía para sacar a España de las crisis y de los malos momentos”, y en esa línea de responsabilidad y de promover el interés general añadió que “tenemos que seguir con esas políticas de crecimiento, de empleo, de oportunidades, de certidumbre y de seguridad, y por eso en estas elecciones tenemos que salir a ganar”.

LO QUE EL GOBIERNO LAMBÁN HA REPRESENTADO PARA ARAGÓN

Al Partido Socialista, sin embargo, afeó Luis María Beamonte disponer de 2.000 millones extra en su presupuesto durante la legislatura y pese a esa enorme cantidad de recursos añadidos haber sido incapaz de disminuir las listas de espera quirúrgicas, haber cerrado consultas en pequeños municipios y vaciado de médicos los servicios de especialidades de los hospitales comarcales y provinciales, y de no construir ni arreglar las carreteras autonómicas en los últimos cuatro años.

También criticó al Gobierno Lambán por subir los impuestos a los aragoneses, en el entorno de los cien millones de euros al año, y convertir a la comunidad en un infierno fiscal cuyas repercusiones negativas han afectado a las economías familiares y han frenado las inversiones de empresas al situar a Aragón en el segundo puesto de las comunidades con mayor carga fiscal.

No olvidó en su intervención citar el intento de la coalición de izquierdas por controlar la educación desde la ideología al proponer suprimir aulas de la enseñanza concertada, una idea que fue rechazada por más de 30.000 aragoneses obligados a salir a la calle para defender su libertad, su derecho a elegir el colegio para sus hijos.

O la nula iniciativa de la Administración autonómica socialista, aseveró el candidato popular, para frenar el éxodo rural, la desaparición de los pequeños municipios, el abandono a los agricultores y ganaderos, frenar la brecha entre el medio rural y el urbano y evitar la despoblación.

A todo lo anterior se une, añadió, la desaceleración económica que comienza a fraguarse en Aragón, con unos datos de crecimiento situados ya por debajo de la media nacional cuando tradicionalmente la fortaleza de las empresas aragonesas ha contribuido a situar la actividad en puestos superiores. Una comunidad, con capacidades muy elevadas y que el gobierno socialista, dijo, “ha desaprovechado”.