Zaragoza, 10 de diciembre de 2020.- Impulsar, con la colaboración de las organizaciones empresariales, el establecimiento de una oficina dedicada a captar inversiones en la Comarca del Aranda y a realizar un estudio de oportunidades para su futura reindustrialización es la base de la propuesta formulada esta tarde en el Parlamento autonómico por el portavoz de Industria del Partido Popular Juan Carlos Gracia, como reacción ante la pérdida continuada de empresas y la consiguiente desaparición de puestos de trabajo en una de las zonas más pujantes de la provincia de Zaragoza. No compartieron la iniciativa PSOE, Podemos, CHA y PAR, y aunque algunos de sus representantes dijeron sentirse identificados con el fondo la rechazaron con su voto en contra.
“Estamos haciendo una propuesta nueva, estamos cambiando lo que ustedes llevan haciendo diez años y que ha hecho perder 75 empresas y 1.500 puestos de trabajo. Es que vienen aquí a presumir de un convenio de 50.000 euros, o de un plan turístico para reparar caminos. ¿Cómo piensan reactivar así la comarca del Aranda?" contestó Juan Carlos Gracia a los argumentos de los partidos que sustentan al Ejecutivo que impidieron la aprobación de la iniciativa.
UNA COMARCA EN DECLIVE PESE A LA ACCIÓN DEL GOBIERNO
Gracia Suso introdujo su propuesta con un recorrido reciente de la industria del calzado en la Comarca del Aranda que vivió su época de mayor prosperidad en los años 80 y principios de los 90, hasta convertirse en uno de los núcleos de producción de calzado más importantes de España. El portavoz popular resaltó las características positivas de este sector industrial “que generaba empleo de calidad, riqueza al territorio, asentaba población, formaba mano de obra especializada y vertebraba nuestra comunidad autónoma permitiendo el desarrollo socioeconómico de diferentes municipios que conforman dicha comarca, especialmente de Illueca y de Brea de Aragón, donde se asentaba el mayor número de empresas del calzado”.
Una situación de ventaja que desde entonces fue decayendo gradualmente, ‘durante los últimos 20 años han cerrado más de 75 empresas y se calcula que se han podido perder más de 1.500 puestos de trabajo. Muestra de ello es que en este último año se han visto obligadas a abandonar su producción Calzados Lety, Topytes, Singular Shoes y Calzados Isarus’, indicaba en su propuesta.
UN PLAN ESTRATÉGICO NO SÓLO PARA EL CALZADO
Estos cierres que evidencian una profunda transformación del mercado en su conjunto y de la industria del calzado en particular, obligan a ampliar la acción inversora empresas y sectores diferentes, porque, señaló “la situación actual invita no solo a tener un plan estratégico para el sector del calzado que permita la supervivencia y el posicionamiento de las empresas que quedan en la zona, sino que abre la vía de estudiar alternativas para reindustrializar dicha comarca con la captación de nuevas inversiones, estudiando las actividades que pueden ser propicias a instalarse en un entorno bien comunicado, aprovechar las instalaciones existentes, así como la mano de obra especializada”.
Recalcó el diputado que “a día de hoy ya no podemos hablar de cómo recuperar el sector del calzado en esta comarca, sino que como ya advertimos (…) debemos empezar a mirar cómo reindustrializar esta comarca con otras actividades económicas. Porque la gente de estas comarcas quiere trabajar, porque tenemos un personal cualificado, porque este capital humano no se puede perder”.
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