Zaragoza, 4 de diciembre de 2020.- ”Mucho hemos hablado, pero al final el hablar no soluciona los problemas” dijo Marian Orós a la consejera de Ciudadanía María Victoria Broto, para denunciar los escasos avances del Ejecutivo aragonés para mejorar las tareas de conciliación en el entorno familiar y calificó 2020 como “un año perdido. Posiblemente en un año en el que el Gobierno de Aragón debería haber echado el resto, porque ha sido un año donde después del confinamiento los colegios estuvieron cerrados hasta junio. Después en junio no se pudieron abrir ni los campamentos ni los diferentes recursos que tienen las familias para poder dejar a los pequeños”.
Orós basó su intervención sobre la premisa de que “la conciliación y la corresponsabilidad son las dos patas de un mismo objetivo común que es mejorar la calidad de vida de las personas, de las familias con independencia de su modelo, para poder equilibrar lo laboral, lo personal y lo familiar”, y desvinculó a la consejera de Ciudadanía de la responsabilidad exclusiva sobre conciliación “que también recae en los departamentos de Educación y Economía”.
Puso como ejemplo los escasos resultados alcanzados por programas estatales como el plan MeCuida para la reducción de la jornada laboral que implicaban bajadas sustanciales del salario o, en el ámbito autonómico, la aprobación de una línea de ayudas en 2020 de 350.000 euros frente a los dos programas de años anteriores destinados a las instituciones sin ánimo de lucro “dejando fuera a las entidades locales, que en el mundo rural son las que prestan el servicio de conciliación más importante”, o la escasa inversión de 15.000 euros para la puesta en marcha en el mes de noviembre, tras semanas de confinamiento y meses de restricciones a la movilidad, de un programa piloto “que posiblemente se debía haber generalizado precisamente en las tres capitales, que es donde mayor problema hay de conciliación”.
La portavoz popular de Ciudadanía echó de menos en el Gobierno autonómico acciones estructurales decididas y continuadas dirigidas a la sensibilización o a la educación, la consolidación del teletrabajo o los apoyos a los autónomos entre otras iniciativas de impulso, pero también actuaciones de carácter puntual como los cheques autonómicos para compensar las carencias del plan MeCuida, complementos a las empresas o la creación de una bolsa de profesionales.
En este punto llamó la atención al Gobierno aragonés para ampliar su foco de acción no solo a las familias vulnerables, “porque también hay un gran grupo de familias que sin estar en ese riesgo hoy por hoy necesitan esos servicios y necesitan esas ayudas y por eso el balance de 2020 es muy pobre”, y además instó al Ejecutivo a ampliar las partidas presupuestarias para el año 2021 “porque el covid sigue ahí y los problemas de las familias también siguen ahí”.
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